La Biblioteca Universitaria se une a las actividades organizadas por la Universidad de Valladolid para celebrar el Día internacional de la Mujer. Y lo hace dedicando el día a Las Sinsombrero, escritoras, artistas plásticas, dramaturgas y pensadoras olvidadas de la Generación del 27, cuyo legado resulta determinante en la historia intelectual de nuestro país.En la biblioteca del campus de Soria hemos preparado un punto de interés bibliográfico con una selección de obras escritas por las autoras pertenecientes al grupo de “las sinsombrero”. Lo hemos acompañado de dos paneles informativos, en uno delos cuales las situamos en el contexto histórico artístico y explicamos de dónde viene el término que las agrupa y en otro presentamos a las autoras de los libros que hemos expuesto mediante su retrato y una breve biografía.
En la biblioteca del campus de Soria hemos preparado un punto de interés bibliográfico con una selección de obras escritas por las autoras pertenecientes al grupo de “las sinsombrero”. Lo hemos acompañado de dos paneles informativos, en uno delos cuales las situamos en el contexto histórico artístico y explicamos de dónde viene el término que las agrupa y en otro presentamos a las autoras de los libros que hemos expuesto mediante su retrato y una breve biografía.
Hemos aprovechado el punto de interés para dar a conocer la existencia de varios documentales sobre este grupo, de los que hemos colocado códigos qr que enlazan con los que están en abierto.
El día 8M proyectaremos durante todo el día en la televisión que hay en la sala de la biblioteca el documental emitido por TVE “Imprescindibles. Las sinsombrero”
¿Por qué se llamaban Las Sinsombrero?
En la España de principios de siglo las personas de las clases más adineradas debían cubrirse la cabeza con un sombrero, tanto ellos como ellas. Era un signo de jerarquía social. Los hombres podían descubrirse la cabeza en espacios cerrados, pero las mujeres no.
A partir de la década de los años treinta comienza el “movimiento sinsombrerista” y muchos señalan un acto público como detonante del movimiento. Fue en la Puerta del Sol de Madrid, cuando Salvador Dalí, Federico García Lorca, y dos integrantes de Las Sinsombrero, Maruja Mallo y Margarita Manso, todos ellos estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, se quitaron el sombrero y pasearon por mitad de la conocida plaza madrileña ante los insultos de los transeúntes.
Este acto, que puede parecer baladí, significó mucho como protesta pacífica ante una sociedad castrante que marcaba la clase social hasta en la indumentaria. Fue el fin de una época y el comienzo de otra. Así, el escritor y periodista Ramón Gómez de la Serna, máximo exponente de este movimiento transgresor decía: “El fenómeno del ‘sinsombrerismo’ es el final de una época, como fue lanzar por la borda las pelucas. (…) Quiere decir ansia de nuevas leyes y permisos, no dejar nunca en el perchero la cabeza (…), ir por rumbo bravo por los caminos de la vida, desenmascararse, ser un poco surrealista”. La modernidad imperante permitió que el no llevar sombrero se generalizase poco a poco.